Presenta una iniciativa para una ordenación alternativa con participación ciudadana, que prima la vivienda social y no implica indemnizaciones  

El impulso de una nueva ordenación del entorno de Etxabakoitz que garantice la participación ciudadana, la paralización de los derribos previstos y el establecimiento de una línea de ayudas a la rehabilitación, es el objetivo inmediato del plan que ha presentado hoy EH Bildu en sustitución del actual PSIS del TAV, cuya viabilidad ha sido puesta en entredicho por, entre otros, el Gobierno de Navarra y Adif. En una segunda fase, el planeamiento ideado por la formación soberanista incluye, entre otras propuestas, la ampliación del Consorcio del TAV para la inclusión de Berriozar (localidad afectada por el trazado del bucle ferroviario), la desvinculación de esta infraestructura con el desarrollo de Etxabakoitz y la redefinición de la densidad de viviendas descartando la planificación ideada por UPN y exigiendo una reserva para VPO.

“Entendemos que ha llegado el momento de retomar este tema, de comprometernos como formación política y como instituciones en una apuesta real, concreta y pautada que garantice que Etxabakoitz y la Comarca serán espacios libres de pelotazos urbanísticos y que, en el diseño de su futuro, tomarán parte activa las gentes y los municipios afectados”, resumía Joseba Asiron, portavoz de EH Bildu en Pamplona. Junto a Asiron han comparecido en esta rueda de prensa el parlamentario foral Maiorga Ramírez, el representante del grupo abertzale en el Consorcio y edil de Pamplona, Borja Izagirre, y concejales de EH Bildu en los Ayuntamientos de Berriozar, Barañáin, Ziur Mayor y Zizur Menor.

Un diseño para el futuro basado en la participación

Asiron ha explicado que en la primera fase de este planeamiento se incidirá en la normalización de la manzana del 1 al 4 de la calle Etxabakoitz, afectada por una orden de derribo y fuera de ordenación desde la aprobación del PSIS en 2009. “Estamos hablando de que las más de 30 familias que habitan estos bloques y que durante 13 años no han podido apostar por sus propias viviendas puedan hacerlo ahora y para ello el plan que presentamos incluye también ayudas para la rehabilitación de estos edificios”, añadía.

Pero la propuesta de la formación abertzale hace especial hincapié en la necesidad de que para diseñar el futuro del barrio se tenga en cuenta, especialmente, la opinión de los y las vecinas de Etxabakoitz. Además de la apuesta por la vivienda de carácter social frente a diseños especulativos, tres cuestiones serán centrales en el proceso participativo que quiere impulsar EH Bildu: equipamientos, espacios públicos y zonas verdes. Este proceso, como ha explicado Asiron, se haría extensivo también en lo que les afecta a Zizur Nagusia, Zizur Txiki, Barañain y Berriozar.

Una nueva ordenación libre de especulación

En cuanto al segundo paquete de propuestas, ligado más a la alternativa al actual PSIS, han sido Ramírez e Izagirre los encargados de dar los detalles. “Se trata de impulsar una nueva ordenación para el ámbito afectado y replantear completamente el esquema general que contiene aspectos muy deficitarios como la colonización de espacios libres de valor medioambiental o el reparto de parcelas edificables que beneficia a los particulares en detrimento de los ayuntamientos”, explicaban.

Incorporar a Berriozar al Consorcio con la misma posición de voz sin voto que Barañain por estar directamente afectado por el bucle del ferrocarril, es otra de las cuestiones demandadas por EH Bildu, así como “desvincular jurídicamente la implantación de la infraestructura ferroviaria (estación y nuevo trazado) del diseño del nuevo Etxabakoitz liberando al barrio del yugo de las 9.000 viviendas que le impuso UPN para financiar la operación”.

Finalmente, Izagirre y Ramírez han explicado las tres razones por las que el actual PSIS no es viable: “Porque no tiene en cuenta la necesaria coordinación con el nuevo trazo ferroviario y resulta imposible avanzar mientras ese trazado no sea una realidad; porque se diseñó sin fases por lo que, técnica y financieramente, resulta imposible de ejecutar y porque, como está diseñado, no tiene viabilidad económica entra la indemnización a Hunstman (60 millones que ahora quedan en 30) y la financión de la estación (110 millones)”.