Critica que se basa sólo en el alarmismo del alcalde, que se impone sin preguntar al vecindario y que implica medio millón que “debería destinarse a políticas sociales de prevención que sí son eficaces”
“La colocación y proliferación de cámaras en las calles de Pamplona no responde a una cuestión de seguridad real, ni siquiera a la eficacia de estas herramientas como elemento determinante para la prevención de delitos, sino a la obsesión de la derecha por imponer un control social a la ciudadanía, maniobra que implica, a nuestro juicio, una vulneración del derecho fundamental a la intimidad y que desde EH Bildu rechazamos de plano”. Con esta frase resume la formación soberanista su postura respecto al anuncio realizado por el equipo de Maya de colocar otras 59 cámaras en la ciudad, operación que implica un aumento del 55% respecto a las 106 que ya funcionaban y del 173% respecto a las que estaban dedicadas a seguridad ciudadana (36). “Es exagerado, es improcedente, no es eficaz y atenta contra la intimidad de las personas, por eso ya estamos estudiando a qué organismos acudir para que informen y, en primera instancia, barajamos el Defensor del Pueblo”, explica EH Bildu.
“Pamplona es una ciudad segura. Los datos de criminalidad no han aumentado de manera significativa en 2021, con la excepción de los abusos y agresiones sexuales (+50%), la mayoría de los cuales suceden en domicilios y espacios cerrados con lo que la eficacia de estos elementos no será relevante”, argumentan desde EH Bildu. “No necesitamos más cámaras, lo que necesitamos para acabar con esta lacra es la extensión del protocolo contra agresiones sexistas a todo el año y a la hostelería y al ocio nocturno, concienciación social y protocolos eficaces contra el uso de burundanga y otras sustancias, cuestiones que rehúye el equipo de Maya cuando no las dificulta”, añade EH Bildu.
Control social inducido por la estrategia de alarmismo de Maya
Para la formación abertzale, “ésta es la segunda parte de la estrategia de alarmismo social y criminalización de menores extranjeros sin referencias familiares que emprendió en enero alcaldía y por la que, no lo olvidemos, fue reprobado Maya”. “Resulta paradójico que para Navarra Suma el uso de contenedores con tarjeta sea una intromisión en la intimidad de las personas, afirmación absolutamente ridícula, mientras colocar cámaras enfocando a las calles es una cuestión de seguridad”, añade.
Desde la formación soberanista también se cuestionan los criterios empleados para justificar el anuncio y la ubicación de las cámaras y el hecho de que, para hacerlo, sólo se haya tenido en cuenta los “mensajes alarmistas injustificados del alcalde” y no la opinión de los y las vecinas “a quienes se les ha vuelto a hurtar la posibilidad de pronunciarse o de participar en la toma de decisiones”. “El reparto por barrios es absolutamente desproporcionado; mientras en el resto se han colocado entre 3 y 7 cámaras, en el Casco Viejo se prevén colocar 22, sin siquiera consultar con el vecindario o con el resto de sectores”, argumenta la formación soberanista.
Plan de Juventud y alternativas de ocio
De la misma manera, EH Bildu cuestiona una operación que implica un gasto directo y prioritario de 500.000 euros. “En vez de invertir esos fondos en políticas sociales y de prevención, que se han mostrado mucho más eficaces, Navarra Suma impone la compra de cámaras para responder a un supuesto problema que el alcalde, con sus falacias y manipulaciones, se encargó de magnificar cuando las cifras reales no justifican ni la necesidad ni la urgencia de una medida que es tan restrictiva con los derechos fundamentales de la ciudadanía”, sostiene. “Además, esos fondos los obtuvieron con una modificación presupuestaria aprobada tramposamente y negociada lejos de Iruñea”, recuerda en referencia al pleno “protagonizado” indirectamente por Sayas y Adanero.
“Hay que atajar las cuestiones de raíz, abordar el aumento preocupante de los consumos entre la juventud y ofrecer alternativas de ocio en vez amenazar con el gran hermano y de gastarse recursos públicos en cuestiones tan restrictivas como el control social”, reflexiona la formación soberanista. Al respecto recuerda: “Navarra Suma todavía ni siquiera ha presentado el Plan de Juventud. ¿A qué espera?”