EH Bildu Iruñea, a través de su grupo municipal, presentó el pasado miércoles 18 de marzo, tras consensuarlo con el resto de grupos de la oposición, una propuesta al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Pamplona para crear una Bolsa de Emergencia Social con la que afrontar con garantías las inversiones y ayudas municipales que haya que poner en marcha frente a las consecuencias de la crisis del Covid-19. Esta bolsa se nutriría básicamente de tres fuentes de financiación: la parte del superávit de 2019 que el Gobierno Central ya ha liberado para poder invertir en gasto social; las IFS de 2020 que podrían estar a disposición de la ciudad en cuanto Hacienda cierre las cuentas del año anterior y, en tercer lugar, una bolsa de vinculación de partidas e inversiones ya aprobadas en los presupuestos prorrogados y que se podrían redirigir a gasto social. En total y según los cálculos y las previsiones del propio Ayuntamiento, estas tres fuentes podrían reunir alrededor de 10 millones de euros y la propuesta de la coalición soberanista sería destinar a la Bolsa de Emergencia Social “todo el dinero público que se necesitara, ya fuera la totalidad de esta cantidad o sólo una parte”
La propuesta que tiene el equipo de gobierno encima de la mesa desde hace 10 días y ante la que aún no ha dado respuesta, consta de tres puntos de acuerdo. El primero determina que la Bolsa de Emergencia Social tendría el fin de “hacer frente a las necesidades sociales urgentes que tengan que ver con atención a la dependencia, servicios sociales y todo tipo de problemas de índole social asociados al coronavirus, así como a la protección y la recuperación de nuestra economía local”. El segundo punto de acuerdo establece que la financiación se hará “mediante modificaciones presupuestarias para la incorporación de los ingresos provenientes del superávit del año anterior, de las IFS y de partidas del presupuesto actual que no vayan a ejecutarse”. Y el tercer punto de acuerdo subraya que “estas modificaciones presupuestarias necesitarán acuerdo del Pleno, por lo que la Comisión de Presidencia será el órgano encargado de consensuar las prioridades que deba recoger esta Bolsa de Emergencia Social”.
Este planteamiento, de ser aceptado por la mayoría del Ayuntamiento, alejaría la necesidad de aprobar unos nuevos presupuestos cuyas previsiones de ingresos son absolutamente inciertas y permitiría “de una forma rápida y autónoma” contar con una partida importante para “reactivar la ciudad y atender a quienes peor lo están pasando”.