EH Bildu rechazará la propuesta de Maya, pero garantizará inversiones en clave social para 2023 y financiación para la cartera de servicios públicos
De aprobarse los presupuestos de Maya, el Ayuntamiento volvería a la senda del endeudamiento de la era Barcina para financiar “proyectos faraónicos injustificados poniéndolos por delante de las necesidades básicas de las familias en tiempos de crisis”. Este es uno de los argumentos principales en los que EH Bildu basará su voto negativo a las cuentas propuestas por UPN, PP y C’s para 2023, unos presupuestos que el portavoz abertzale, Joseba Asiron, calificaba de “engañosos, poco sociales, irreales e injustos para con quien peor lo está pasando”. Para EH Bildu, suponen un “brindis al sol con el dinero de todos y todas para tratar de maquillar, en año electoral, la parálisis en la que el equipo de gobierno ha sumido a este Ayuntamiento”.
En una rueda de prensa en la que ha estado acompañado de la concejala Marian Aldaia, Joseba Asiron ha sentenciado que aprobar estas cuentas sería un “enorme ejercicio de irresponsabilidad política” ya que “acabarían hipotecando la acción de futuros gobiernos lastrándolos con inversiones de difícil explicación a expensas de aumentar la deuda en 35 millones”. “¿Cómo convencemos a cientos de familias que se desviven por el sustento diario, de que la prioridad del Ayuntamiento debe ser un Civivox de 10 millones en las torres de los ricos de Salesianos? ¿Cómo explicamos a quién espera acceder a una vivienda que se vendan parcelas municipales por 13 millones para financiar, no un plan de vivienda, sino un polideportivo? ¿Cómo nos presentamos ante la historia en unos tiempos de crisis estructural con un presupuesto ideado exactamente igual que como lo hacía UPN en los tiempos de falsa bonanza de Barcina?”, se preguntaba.
Compromiso de financiación para luchar contra la parálisis impuesta por UPN
Asiron ha criticado también que el equipo liderado por UPN insista en utilizar las cuentas como arma arrojadiza en “su enfrentamiento político con quienes gobiernan otras instituciones”. “Más que un presupuesto, han presentado una herramienta para azuzar el enfrentamiento institucional usando el Ayuntamiento con fines partidistas como si fuera un instrumento más de su propaganda político-electoral”, explicaba. El portavoz de EH Bildu ha cuestionado igualmente que el alcalde y su responsable de Economía hayan presentado un proyecto “en el que ni siquiera ellos creen” ya que “no están dispuestos a dejarse la piel para buscarle apoyos”. En lo que calificó como “un nuevo ejercicio de trilerismo político”, EH Bildu denunciaba el intento de Na+ de “culpar a los demás de su propia incapacidad” para sacar adelante los Presupuestos: “Esta es la herramienta principal para dotar de estabilidad a la ciudad y no ser capaz de aprobarlos, no haber sido capaz de hacerlo 7 de los 8 años que has gobernado, es un auténtico y rotundo fracaso”.
La consecuencia de esa “incapacidad” es “la parálisis en la que UPN tiene sumida a la ciudad”. “La legislatura que más dinero ha tenido el Ayuntamiento es la que menos proyectos ha sacado adelante y, desde luego, ninguno nuevo”, explicaba Asiron. “Menos mal que Maya heredó del Gobierno del Cambio iniciativas, porque si no todo hubieran sido campeonatos de hípica, chiringuitos como Coworkids, chapuzas como la calle Amaya y el interminable despilfarro en la Pasarela del Labrit”, concluía.
De todas maneras y ante la “casi certeza” de que habrá presupuestos prorrogados, Asiron ha explicado que “desde EH Bildu aseguraremos vía modificación todos aquellos esfuerzos económicos que sean necesarios para garantizar la mejor cartera de servicios públicos posible para el Ayuntamiento”. Asimismo, el portavoz soberanista ha explicado que, de cara a febrero, cuando se prevé que se debatan las principales inversiones, desde su grupo se impulsarán “todas las posibles dentro de nuestros cinco ejes prioritarios: cuidados y justicia social, vivienda, igualdad, sostenibilidad y lucha contra el cambio climático”. “En nuestra opinión, no se trata tanto de poner cifras muy altas sino de ser realistas y efectivos. Creemos que para el año 2023 hay que afinar con partidas que se puedan ejecutar realmente y que sean prioritarias para el bienestar presente y futuro de la ciudad. Proyectos de alto interés social y que estén alineados con necesidades de barrios y con la estrategia de transición ecológica”, resumía Asiron.
El lastre de la deuda en unas cuentas “ni sociales, ni ajustadas”
En cuanto al análisis de las principales cifras del proyecto de Na+, Marian Aldaia ha destacado, en el capítulo de ingresos, el endeudamiento (35 millones) “otro ejercicio de populismo ya que hace unos meses se llenaban la boca con la congelación de tasas e impuestos, pero por la puerta de atrás repercutirán en la ciudadanía esta deuda”. También ha denunciado la política de venta de terrenos (parcelas por 13 millones) “una gravísima descapitalización que condicionará el futuro de la ciudad porque el suelo es la pieza fundamental con la que poder hacer política de vivienda social”. Aldaia también ha incidido en la necesidad de crear una comisión de control sobre los fondos Next Generation: “Este año el Ayuntamiento incorpora 3,3 millones por esta vía, pero el problema es que no se sabe aún en qué se van a emplear y UPN pretende que se le dé carta blanca para decidirlo según sus propios intereses”.
En cuanto al capítulo de gastos, la concejala de EH Bildu ha asegurado que “éstos no son unos presupuestos sociales porque en un momento en que aumenta el número de personas en riesgo de pobreza, UPN mantiene las Ayudas de Emergencia en un millón, 300.000 euros menos que en pandemia; Asimismo las becas comedor se quedan con el recorte de 2022 y se reduce en 1,3 millones la partida para mejorar los colegios públicos”.
Para Aldaia éstos tampoco son unos presupuestos ajustados “porque implican una hipoteca para futuros gobiernos con inversiones en macro-proyectos de difícil explicación” que, ante la mala situación en la que van a dejar las finanzas municipales, deberán financiarse “con créditos que ascenderán a 35 millones de euros”. Asimismo, la edil denunciaba que estas cuentas tampoco apuestan por las familias “porque en una coyuntura como esta, UPN no habilita ninguna partida para luchar contra la pobreza energética ni para ayudar en esa lucha a familias vulnerables o comunidades de gasóleo”.
Además de los recortes en Participación (18%), ayudas al tejido asociativo (20%) o el tijeretazo a Cultura (30%), la concejala de Eh Bildu ha destacado que estos Presupuestos “no planifican vivienda social”: “Después de más de tres años y medio no hay nada firmado con el Gobierno en relación al Plan municipal de Vivienda y no se ha hecho absolutamente nada. Todos los ingresos que se prevén por venta de suelo irán directamente destinados a las obras faraónicas de Maya”, denunciaba.